16 de marzo de 2015

GitHub una historia alucinante para el software libre

Hubo un tiempo en el que Chris DiBona, el melenudo director de código abierto en Google, estaba preocupado de que todo el software de open source del mundo terminara en una misma cesta. “Sólo había uno, y ese era SourceForge“, ha dicho más de una vez.

Así pues, como muchas otras empresas, Google creó su propio sitio donde la gente pudiera albergar proyectos de código abierto; aquello se llamó Google Code. La compañía había construido su imperio sobre los cimientos de Linux, y otro software diverso de código abierto, y al ofrecer una alternativa a SourceForce, lo que estaba tratando de asegurarse era de que el mundo del software libre siguiera evolucionando, tratando de difundir esta religión a través de la Red de redes.

Pero entonces llego GitHub, y su proceso fue imparable. Ayer mismo, Google anunció que, tras diez años de vida, Google Code se apaga y cierra sus puertas digitales. La verdad es que la decisión no ha sido difícil de predecir, y es que Google Code estaba muriendo poco a poco porque la mayoría del código abierto en todo el mundo se alberga ya desde hace tiempo en GitHub, un sitio puesto en marcha por una peculiar startup de San Francisco del mismo nombre.

Algunos argumentan que Google tenía otras razones más egoístas para la creación de Google Code: quería control o deseaba acaparar en sus máquinas cuantos más datos digitales pudiera. Paranoias de conspiración allá donde fueres. Pero, la verdad, es que GitHub siempre fue más valioso que todo aquello. GitHub democratizó el desarrollo de software de una manera mucho más completa que SourceForge o Google Code (o cualquier otro servicio parecido). Y eso es la moneda de cambio más valiosa en el mundo del desarrollo de software.

Después de siete años ya en la red, la empresa cuenta con casi 9 millones de usuarios registrados. Además, cada mes, otros 20 millones de personas visitan la web sin registrarse. De acuerdo con el monitor de tráfico web de Alexa, GitHub es ahora uno de los 100 sitios más populares del globo terráqueo. Esta popularidad es bastante notable para un lugar de encuentro que es utilizado normalmente por codificadores de software, y no por personas que buscan noticias de famosos, vídeos de gatitos o charleta social.

La ironía del éxito de GitHub, sin embargo, es que el mundo del código abierto ha regresado a un repositorio central (a una misma cesta, otra vez) para almacenar todo su código libre, pero esta vez, al contrario que en ocasiones anteriores, la mayoría de los desarrolladores están muy satisfechos de que ello sea sí. Disponer de una ubicación central permite a la gente colaborar más fácilmente en casi todo.


Mientras se mantiene todo el código en un único lugar, a la vez, GitHub también lo mantiene en todos los lugares. Esta paradoja muestra la belleza del software de código abierto y por qué es tan importante para el futuro de la tecnología.

¿Y cómo explicar este éxito? Sencillo. Todo es cuestión de Git, el software de control de versiones en el que se basa GitHub. Linus Torvalds, creador de Linux, desarrolló Git en el año 2005 como una manera mejor de construir Linux en general. Git hizo muy sencillo para los desarrolladores trabajar sobre el mismo código del sistema operativo sin “pisar” el trabajo de los demás.

Por explicarlo fácilmente, Git permite que cualquiera se descargue de manera sencilla una copia del código fuente de un software a su propia máquina, que realice los cambios pertinentes y, a continuación, que suba dichos cambios al repositorio central. Y lo hace de tal manera (y este es el truco del almendruco) que los cambios de todos se fusionan juntos y sin problemas.

Hoy día, ya casi todo el mundo alberga sus proyectos de código abierto en GitHub, incluyendo empresas como Google, Facebook, Twitter e, incluso, Microsoft. Ésta, últimamente, ha almacenado sus códigos de software libre más importantes en las entrañas de GitHub antes incluso que en CodePlex, su propia plataforma de este estilo.

Además, GitHub permite también el desarrollo colaborativo de código privado, dejando opción a que se libere cierta parte como código libre o a que se cambie de manera interactiva entre código privativo y abierto constantemente. En Microsoft, por ejemplo, su sistema de desarrollo actual funciona de la misma manera. Internamente, la empresa utiliza Git a través de herramientas como Team Foundation Server y Visual Studio, pero también comparte públicamente código en GitHub. La empresa de Redmond se encuentra entre los primeros de aquellos que impulsan Git en el mundo empresarial y de los negocios. Se estima que alrededor del 20 % de los clientes de Microsoft utiliza hoy día Git de alguna manera.

La comunidad de desarrolladores se ha vuelto tan grande que GitHub se encuentra ahora luchando para ofrecer herramientas que puedan acomodar bien la actividad en sus proyectos más importantes. En ello andan y con ello se han comido a los demás. Bien por GitHub.

Fuente: ReadySetClick

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